Lo bueno y lo malo de la glucosa
Como ya sabes, la glucosa es un monosacárido, un azúcar simple.
Y efectivamente, forma parte de ese grupo que se ha ganado tan mala fama, principalmente por haber sido utilizados de manera masiva (junto con las grasas “malas”) en los productos ultraprocesados.
Pero no olvidemos que la glucosa se encuentra de manera natural en frutas y verduras, por lo que, para elegir bien lo que comemos, debemos tener en cuenta no sólo la glucosa, sino todo aquello que le “acompaña”.
Se podría decir que la glucosa tiene 2 características a destacar:
Es la principal fuente de energía de nuestro cerebro.
Eleva la glucemia rápidamente.
Y dicho esto, hay un par de cosas importantes a tener en cuenta a la hora de enfrentarnos a una HIPOGLUCEMIA.
Nuestro cerebro se está quedando sin energía, por lo que necesita glucosa de manera urgente.
La glucosa (o dextrosa) PURA es la manera más rápida de remontar (siempre y cuando estemos conscientes, sino habrá que recurrir al glucagón).ç
¿Lo bueno?
Para recuperarse lo más rápido posible, se recomienda ingerir únicamente glucosa hasta que tu glucemia se haya estabilizado.
Únicamente debe acompañarse por un poco de agua si es necesario. No se debe mezclar con otros azúcares, ni mucho menos galletas, o bollería, que lo único que harán será ralentizar la recuperación para luego provocarnos un pico de glucemia.
¿Lo malo?
La glucosa sube muy rápido, pero también baja rápido, por lo que es recomendable ingerir algo de absorción lenta una vez hayamos estabilizado nuestra glucemia.
Y recuerda: las hipoglucemias muchas veces se pueden prevenir, con pequeñas dosis de glucosa, sin provocar picos.
Si tienes dudas, ponte en contacto con nosotros, y charlamos
#QUENADATEPARE